Visualizar la economía de la Revolución Francesa, específicamente
en el área de los precios, permite comprender a la sociedad la importancia que
estos tuvieron en la estabilidad económica de Europa Occidental.
En
la revolución Francesa existieron diversos mecanismos que se dieron con la
finalidad de imponer los montos determinados para precios ya fuera en comercio
y servicios de mercado, evitando el incremento de éstos o bien para el
beneficio de los productores, tema que auxiliará la explicación de los puntos
económicos inestables en la sociedad Europea del siglo XVIII, los cuales forman
parte de la demostración de la crisis económica como posible detonador de lo que fue la Revolución
Francesa, formulando los puntos vacilantes de la economía según diversos
historiadores. Durante la Revolución Francesa, la Convención emitió la "Ley del maximun general" (Loi du maximum général, 1793) fijando precios
máximos para los cereales, todo y cada uno de los tipos de cerales. (Darrow, M. 1991, p 517-519)
En
1788 los precios del trigo subieron a consecuencia de una serie de malas
cosechas.
La crisis de subsistencias afectó extensos sectores de la población, creando ambiente de tensión social y política puesto que frente a la escasez, pobreza y necesidades la Corte siguió sumida en su vida de lujo, finezas respecto a sus caprichos. (Darrow, 1991, p 479-482)
La crisis de subsistencias afectó extensos sectores de la población, creando ambiente de tensión social y política puesto que frente a la escasez, pobreza y necesidades la Corte siguió sumida en su vida de lujo, finezas respecto a sus caprichos. (Darrow, 1991, p 479-482)
La ley del máximun general fue difundida en una fase de la revolución donde el pueblo era administrado por departamento para establecer los precios de la tasa para cada grano, fue votada un 4 de mayo de 1793, pero después de que ésta encontró una fuerte demanda de los dirigentes por departamento entonces se vota por una segunda ley por la Convención Nacional un 29 de septiembre de 1793 que consta en rendir cuentas ahora también por las carnes, vinagre, madera y cualquier cosa que fuera a comprarse, con la supuesta idea de enmendar la crisis económica que pasaba Francia. (Darrow, 1991, p 517-519).
Convención Nacional
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